Podríamos definir el piercing como la perforación de la piel con el propósito de colocar joyas o aditamentos en lugares poco comunes, como puede ser el territorio oral.

El piercing es una práctica que data de la antigüedad, sin embargo ha ido ganando popularidad a lo largo de los años especialmente en la población adolescente y en jóvenes

Su significado responde normalmente a demandas estéticas y en ocasiones supone el simple deseo de mejorar la imagen. Los piercing orales y faciales son tan comunes como otros y por lo tanto, los odontólogos deben estar en posición de advertir a los pacientes de los posibles riesgos y complicaciones de esta práctica.

 

Complicaciones.

Existe un número elevado de complicaciones a la hora de realizar la perforación para colocar un piercing oral y todas ellas deberían ser convenientemente explicadas por la persona que lo realiza. Pero no solo pueden presentarse durante la colocación, pueden aparecer también poco después o incluso a largo plazo.

Las complicaciones más frecuentes derivadas de la perforación son;

  • Dolor y la inflamación: los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, incrementándose el proceso durante los 3-4 días siguientes. Los ganglios submentonianos y submandibulares también pueden agrandarse por el proceso inflamatorio. Estos efectos pueden prolongarse algunas semanas.
  • Las infecciones: Este es otro riesgo importante a la hora de colocar un piercing . Entre un 10% y un 20% de todos los piercings se infectan localmente. Dado que en la boca existen bacterias, la perforación presenta un elevado riesgo de infección. Además, si el arete es manipulado aumenta este riesgo.Tras una colocación reciente, se deberá solicitar atención sanitaria si aparecen síntomas de bacteriemia como fiebre, escalofríos, temblores y un enrojecimiento circundante a la perforación. Podrían transmitirse virus como el HIV, el de la hepatitis B, C y delta, el del herpes simple o el virus de Epstein-Barr. Asimismo, podrían producirse infecciones por cándidas o bacterias como tétanos, las pseudomonas, los estafilococos aureus, los estreptococos, etc. La infección podría deberse a una mala higiene, al uso de instrumentos no estériles o a un mal aislamiento del campo local.
  •  Las hemorragias :también son una complicación posible durante la perforación, especialmente en un órgano tan vascularizado como la lengua, que contiene la arteria y la vena lingual con sus diferentes ramificaciones. La lengua es un órgano inervado por diferentes pares craneales como el nervio trigémino, el facial, el hipogloso y el glosofaríngeo. De esta manera, existe el riesgo de lesionar algún nervio durante la colocación de piercing, pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora según cual se afecte.
  • Alergia y dermatitis: Una aleación del metal usado puede ocasionar susceptibilidad en la persona, produciendo alergia y dermatitis.
  •  Los traumatismos: son las lesiones más frecuentes descritas por el uso de los piercings intraorales.El contacto , así como el hábito de empujar y jugar con el piercing puede astillar o fracturar los dientes. También se pueden dañar las restauraciones si este golpea.
  • Recesión gingival: El trauma provocado por el contacto del piercing con el periodonto puede causar una leve, moderada o severa recesión gingival junto a lesiones en los tejidos vecinos.
  •  Halitosis y acúmulos de placa: La perforación lingual con un barbell puede provocar acúmulos de placa y cálculo supra y subgingival en dientes anteroinferiores, debido a que la esfera inferior del piercing contacta continuamente con los dientes. Este acúmulo también puedo provocar halitosis
  • Otras complicaciones: menos frecuentes son, por ejemplo, la malposición dentaria, que se explica por un desequilibrio de las fuerzas musculares de la lengua frente al orbicular de los labios y el anillo del buccinador.