Para mantener una boca sana durante toda la vida es importante comenzar desde la infancia. En el caso de los bebés, depende de los padres cuidar de sus dientes y encías. Tener la boca sana en esta etapa puede determinar un buen desarrollo bucodental en el futuro.

Tendemos a pensar en la higiene de la boca de niños y bebés centrándonos en los dientes desde el momento en que son capaces de utilizar, a su manera, un cepillo de dientes. Sin embargo, se debe prestar atención a la higiene oral del bebé incluso antes de la erupción dental.

¿Cuáles son las claves de la salud oral en bebés?

Los dientes de leche erupcionan en la boca pasados unos meses después del nacimiento, en función de cada niño. De hecho, hay bebés que ya nacen con algún diente. Y es que a partir de la sexta semana de gestación ya se comienzan a desarrollar las piezas dentales. En este sentido es importante que la madre mantenga una alimentación adecuada.

Salud bucodental en bebés: las claves

Una de las etapas más importantes en el desarrollo de los bebés es la lactancia. Este periodo también influye en su salud bucodental. De hecho la succión favorece un buen desarrollo de su cavidad oral. Según diversos estudios, los niños con una lactancia materna adecuada tienen menos problemas de mordida que aquellos bebés que comienzan antes con el biberón. Además, la leche materna contiene anticuerpos que favorecen el desarrollo de un esmalte sano y fuerte.

Existe la creencia de que la lactancia materna prolongada puede provocar caries. La realidad es que el origen de la caries está en la falta de higiene. Por ello:

  • Lo ideal sería limpiar la boca del bebé después de darle el pecho o de darle el biberón, para retirar los restos de leche y evitar su fermentación. Como mínimo debería hacerse una vez al día, preferentemente por la noche, introduciendo el dedo índice limpio,  y recorriendo con movimientos suaves y circulares la superficie de las encías, sus caras laterales, el interior de las mejillas, el paladar y la lengua. También se puede utilizar una gasa, previamente humedecida para no erosionar sus mucosas.
  • Cuando comience su dentición hay que poner especial cuidado en limpiar sus dientes desde el primer día. Su esmalte es todavía frágil y, por lo tanto, más vulnerable a los ácidos que las bacterias forman durante el proceso de fermentación. Se puede hacer frotándolos suavemente con una gasa empapada o con un dedal de silicona especial para bebés.
  • Llegado el momento de la alimentación complementaria sería recomendable no probar su comida con los cubiertos que se utilizan para él, evitar soplar sobre los alimentos para enfriarlos. Debemos saber que se le pueden transmitir bacterias de  nuestra saliva y que la flora bacteriana de los bebés es diferente a la de los adultos. Por la misma razón, no deben probarse los biberones para saber si está a la temperatura adecuada, ni limpiar con nuestra saliva chupetes, mordedores, o cualquier utensilio que el bebé se lleve a la suya.
  • Debemos limpiar su boca después de darle alimentos ricos en carbohidratos (leche, papilla de frutas, de cereales, zumos, galletas, pan, arroz…) y, especialmente,  por la noche. Después de cada amamantamiento si continúa con lactancia materna a demanda nocturna y, si es artificial, tras el último biberón o después de cada uno que los que le demos durante la noche. Hay que tener en cuenta que cualquier alimento fermentable (incluida la leche materna, aunque en menor medida que la de fórmula) tiene potencial de generar caries y la salivación, que contribuye a arrastrar los restos alimenticios y contiene anticuerpos protectores, disminuye considerablemente durante el sueño.
  • Alrededor de su primer cumpleaños se puede comenzar a limpiar sus dientes con un cepillo de cabezal pequeño y suave, mojado y adecuado para su edad. No es necesario, ni recomendable, que se utilice aún un dentífrico, aunque sea infantil y mucho menos si contiene flúor. Lo más importante de la limpieza dental es el arrastre de la placa bacteriana, mediante una buena técnica de cepillado. Con el bebé sentado sobre nuestro regazo y su espalda sobre nuestro abdomen, podemos colocarnos frente a un espejo y  mover el cepillo con movimientos de arrastre desde las encías.  Hacia el segundo cumpleaños es un buen momento para que los niños comiencen a manejar el cepillo y a aprender, progresivamente,  a realizar la higiene dental de forma efectiva.

 

Cuidando la salud bucodental desde que somos pequeños conseguiremos un óptimo estado de salud al ser adultos. 🙂

 

La glositis es una inflamación de la lengua que provoca el aumento de su tamaño y la aparición de diferentes tonalidades rojas en la lengua y una apariencia suave en su superficie.

La lengua es un órgano muscular pequeño que se encuentra en la boca y permite masticar y tragar los alimentos, además de contribuir al habla.

A raíz de esta afección, las protuberancias pequeñas que están en la superficie de la lengua pueden desaparecer. Las papilas son muy importantes para la alimentación porque contienen miles de sensores diminutos llamados «botones gustativos». Las inflamaciones graves que provocan hinchazón, enrojecimiento y dolor pueden afectar la alimentación o el habla.

Tipos

Existen varios tipos diferentes de glositis.

  • Glositis aguda: Es una inflamación repentina de la lengua que suele producir síntomas graves y aparecer durante una reacción alérgica.
  • Glositis crónica: La glositis crónica es la inflamación frecuente de la lengua y puede ser un síntoma de otra afección médica.
  • Glositis idiopática (glositis de Hunter): Se desconoce la causa de la glositis idiopática. Este tipo de glositis afecta los músculos de la lengua y puede provocar la pérdida de hasta el 50 por ciento o más de las papilas.
  • Glositis atrófica: La glositis atrófica se produce como consecuencia de la pérdida de una gran cantidad de papilas, lo cual provoca cambios en la coloración y la textura de la lengua. A raíz de este tipo de glositis, la lengua suele adoptar una coloración roja oscura.

 

Causas :

La glositis con frecuencia es un síntoma de otras afecciones, como:

  • Reacción alérgica a productos de higiene dental, comida, o medicinas
  • Boca reseca causada por el síndrome de Sjogren
  • Infecciones por bacterias, hongos o virus (incluso el herpes oral)
  • Lesión (pueden ser causadas por quemaduras, bordes ásperos de los dientes o dentaduras mal ajustadas)
  • Afecciones cutáneas que afectan la boca
  • Factores hormonales
  • Ciertas deficiencias vitamínicas

Síntomas :

Los síntomas de la glositis pueden aparecer de manera rápida o desarrollarse con el tiempo. Estos incluyen:

  • Dificultad para masticar, deglutir o hablar
  • Superficie lisa de la lengua
  • Lengua sensible, adolorida o inflamada
  • Color rojo pálido o brilloso en la lengua
  • Inflamación lingual

Los problemas o síntomas raros incluyen:

  • Vía respiratoria bloqueada
  • Problemas para hablar, masticar o deglutir

 

Riesgos

Es posible que corras el riesgo de padecer glositis si presentas los siguientes factores de riesgo:

  • si sufres una lesión en la boca
  • si usas frenillos o prótesis dentales que irritan la lengua
  • si tienes herpes
  • si tienes niveles bajos de hierro
  • si comes alimentos picantes
  • si tienes sequedad en la boca
  • si tienes una reacción alérgica
  • si tienes un problema en el sistema inmunitario

Por todo ello, ante cualquier síntoma extraño en la lengua, no dudes en acudir a tu odontólogo de confianza.

La rutina diaria y todas nuestras obligaciones pueden provocar que demoremos visitas tan importantes como la limpieza dental realizada periódicamente en la consulta del odontólogo.

Ésta es, más que un hábito saludable, una necesidad a la hora de mantener la salud dental en un estado óptimo. Aun cuando se practica una buena higiene bucal, es casi inevitable la acumulación de placa bacteriana y sarro en la línea de la encía o el cuello de los dientes.

De hecho, la limpieza dental es la mejor manera de prevenir la aparición de la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) y, como consecuencia, evitar la pérdida de dientes por esta causa. Además, la limpieza dental permite también eliminar las manchas de los dientes causadas por el tabaco, el café, etc.

La frecuencia con que debe realizarse una limpieza dental varía en cada persona y de sus hábitos de higiene bucal.

Las personas con enfermedad periodontal podrían requerirla incluso cada mes y necesitarían la práctica de un curetaje para eliminar el sarro y la placa bacteriana acumulados por debajo de la línea de la encía.

Lo más importante es que después de una limpieza dental la higiene bucal es más sencilla y eficaz, al facilitar la limpieza en aquellos rincones que antes estaban obstruidos por el sarro.

Ciertos alimentos y bebidas pueden dejar manchas en los dientes, como el té, el café y el vino tinto. El tabaco también es una causa importante en la aparición de manchas.

La palabra profilaxis procede del griego. En realidad proviene de la palabra “prophylaxis” que se traduce con la palabra prevención. Esta palabra está formada por un prefijo “pro”, que hace referencia al tiempo (antes), y la palabra “phylax”, que significa guardián. El sufijo “sis” hará referencia únicamente a la acción.

Utilizamos el término profilaxis cuando queremos referirnos a las acciones que hay que llevar a cabo para prevenir enfermedades o, simplemente, para llevar un control de las encías, si hablamos de odontología.

La medicina profiláctica hace referencia al tipo de medicina que se ocupa de prevenir enfermedades u otros problemas. En este caso, no se trata de medicar una enfermedad ya presente. En definitiva, medicina profiláctica es medicina preventiva y el cuidado de la salud dental, es importante en la prevención de enfermedades locales y sistémicas. 

Los especialistas tratan de ofrecer consejo, inculcar rutinas beneficiosas para la salud de su paciente y, de esta manera, no llegar a tener que tratar enfermedades ya existentes.

 

Limpieza dental, Siempre en manos de expertos

Acudir al odontólogo es fundamental, ya que si la limpieza no la realiza un experto de forma profesional puede acarrear serios problemas de salud bucodental. El proceso de profilaxis dental dura alrededor de media hora (variable según el caso concreto) y para realizarlo, el odontólogo se ayudará de distintos instrumentos para limpiar las encías, eliminar la placa bacteriana y el sarro, así como para pulir los dientes. Este proceso es indoloro aunque algunos pacientes pueden notar ciertas molestias o sensibilidad en los días posteriores.

Cuida tu boca y protegerás tu corazón

En los últimos años diversos estudios han analizado la relación existente entre las infecciones bucales y las enfermedades cardiovasculares, ya que la boca puede ser portadora de bacterias que pueden pasar a la sangre y afectar a otros órganos, como el corazón.

Por tanto, no basta con una buena higiene bucal diaria sino que es necesario una visita anual al dentista con el fin de eliminar las bacterias. A aquellos pacientes con enfermedades cardiovasculares se les recomienda acudir al odontólogo cada seis meses para controlar la inflamación de las encías y las caries.

El odontólogo te ayuda

Aprovecha la cita para la limpieza dental para pedir consejo a tu odontólogo sobre la mejor forma de cuidar tus dientes. Él te orientará sobre qué cepillo, pasta y colutorio elegir, así como de la correcta higiene diaria que debes mantener para tener una boca sana.

 

¿Qué es el plasma rico en factores de crecimiento?

El plasma rico en factores de crecimiento es una tecnología biomédica desarrollada por BTI dirigida a estimular la regeneración tisular mediante la concentración y aplicación de los factores de crecimiento y otras proteínas presentes en el plasma sanguíneo.

La regeneración tisular depende de un complejo conjunto de mediadores biológicos, entre los que se incluyen factores de crecimiento, citoquinas y una matriz o “scaffold” que da soporte al nuevo tejido en construcción.

Gracias a estos mediadores se desencadenan efectos biológicos como la proliferación y diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos (angiogénesis) y la migración de las células al lugar de la lesión (quimiotaxis).

Ningún agente exógeno puede mediar de forma efectiva sobre todos estos procesos. Lo que hace la tecnología Endoret® (PRGF®) es facilitar los medios necesarios para el aislamiento y concentración de esas proteínas de la sangre implicadas en la regeneración tisular para su adecuada aplicación en el lugar de la lesión.

Así, la aplicación terapéutica de Endoret® (PRGF®) consigue reducir el tiempo y mejorar el proceso de reparación tisulaR

 

¿Cómo funciona el plasma rico en factores de crecimiento?

Mediante la tecnología del plasma rico en factores de crecimiento, a partir de un mínimo volumen de sangre procedente del propio paciente, podemos aislar y concentrar las proteínas responsables de la reparación y regeneración de los tejidos para utilizarlos terapéuticamente. Así, la aplicación del plasma rico en factores de crecimiento permite estimular y acelerar la recuperación de los tejidos lesionados.

En el vídeo se muestra el proceso de cicatrización de una herida tratada con la tecnología de plasma rico en factores de crecimiento desarrollada por BTI (imagen de la derecha) y mediante un tratamiento convencional (imagen de la izquierda). Como puede apreciarse, la cicatrización de la herida tratada con plasma rico en factores de crecimiento es cuatro veces más rápida.

 

Versatilidad

El plasma rico en factores de crecimiento es muy versátil y permite obtener hasta cuatro formulaciones terapéuticas diferentes a partir de la sangre del paciente, que se pueden adaptar a las necesidades clínicas de cada caso.

 

¿Qué son los factores de crecimiento?

Los factores de crecimiento son un conjunto de proteínas presentes en el plasma y en las plaquetas de nuestra sangre que desempeñan una función esencial en los procesos de reparación y regeneración de los tejidos, ya que desencadenan efectos biológicos como la proliferación y diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos (angiogénesis) y la migración de las células a los lugares donde es necesario que se produzca la regeneración (quimiotaxis).

Se puede considerar que los factores de crecimiento son los mensajes que utiliza el cuerpo para comunicar a las células cuándo deben crecer, diferenciarse o moverse para reparar una lesión.

 

¿Cómo se obtiene el plasma rico en factores de crecimiento?

La obtención de plasma rico en factores de crecimiento es sencilla: basta extraer al paciente un pequeño volumen de sangre y someterla a un proceso de centrifugación para separar las diferentes fracciones plasmáticas. Esto nos permite seleccionar la fracción que contiene la proporción adecuada de factores de crecimiento y además evitar los elementos que pueden interferir negativamente en el proceso de reparación.

El diastema es el espacio o hueco entre dos dientes. Los diastemas son, sobre todo frecuentes entre los dos incisivos centrales superiores, aunque pueden aparecer huecos entre cualquier par de dientes. La separación entre incisivos es muy frecuentes en niños con dientes de leche, pero tienden a desaparecer a medida que van creciendo y adquiriendo su dentición definitiva. También son frecuentes en adultos, y algunas actrices y modelos con los dientes separados han puesto de moda el diastema en los últimos años.

Causas del diastema;

  • Un diastema suele ser producto de un desajuste entre el tamaño del maxilar superior y el de los dientes: si estos son demasiado pequeños en relación al hueso, aparecerán los huecos interdentales que llamamos diastemas.
  • En las personas con diastemas en los incisivos centrales, a menudo, el frenillo que une el labio superior con la encía es demasiado grande, y crece hasta ocupar parte del espacio entre estos dientes.Este frenillo labial hiperdesarrollado los desplaza en direcciones opuestas, creando y agrandando el hueco entre los dientes separados que llamamos diastema.
  • Los diastemas también aparecen en las personas que tienen los incisivos laterales (los dos dientes más pequeños a ambos lados de los incisivos centrales) demasiado pequeños o ausentes, lo que causa que los incisivos centrales se separen para tratar de cerrar el hueco.

¿Cómo se corrige el diastema?

En sí mismo, el diastema no presenta riesgos para la salud oral, aunque muchas personas optan por realizarse tratamientos para mejorar el aspecto de su sonrisa. En ocasiones, el diastema suele ser parte de una serie de problemas de alineación que pueden corregirse con un tratamiento de ortodoncia.

  • A menudo (sin que importe el tamaño del hueco entre los dientes separados) deberán llevarse a cabo un tratamiento completo de ortodoncia, porque los movimientos de solo un par de dientes afectan a todos los demás (puede variar el tiempo en función del tipo de maloclusión existente).
  • Si la causa del diastema es, por el contrario un frenillo labial demasiado grande, existe un tratamiento de cirugía oral denominado frenectomía, que reduce su tamaño. Se trata de una operación sencilla y sin riesgos para el paciente.
  • En niños, la frenectomía suele ser suficiente para cerrar el hueco entre los incisivos, porque ya no ejercerá presión sobre los incisivos y los dientes se desarrollarán normalmente; los adultos deberán realizarse un tratamiento de ortodoncia complementario para cerrar el hueco entre los dientes.

Otros tratamientos para el diastema;

Otros tratamientos que pueden evitar la aparición del diastema por movimiento dental son los retenedores, que se colocan en la parte interior del diente. En algunos casos, si el diastema no es muy grande, y en función de su causa originaria puede recomendarse el uso de coronas o carillas, para mejorar la estética de la sonrisa.

Consulta con tu odontólogo qué tratamiento es el más adecuado en tu caso, y sigue sus recomendaciones para obtener la mejor sonrisa, con o sin diastema.

 

Riesgos de provocar un diastema de forma artificial:

La creación de un diastema es una técnica que últimamente se está poniendo de moda, lo cual ya hemos podido ver en caso de modelos y algunas personalidades famosas. Es importante tener en cuenta que se trata de una condición que conlleva riesgos para la salud bucodental y que debería ser tratada y corregida adecuadamente.

Los diastemas pueden ocasionar lesiones en encías, mayor riesgo de aparición de caries, ya que los restos de alimentos se alojan en los espacios interdentales con mayor facilidad, e incluso pueden darse problemas en el habla. Asimismo, la separación de los dientes también puede afectar a otros niveles, derivando en dolores de cabeza, mandíbula, oído y cuello debido a una incorrecta oclusión, así como movimiento de los dientes derivado del tratamiento ortodóncico necesario para abrir este espacio que no es natural, pues el movimiento de los dientes puede derivar en reabsorción radicular y ósea, con pérdida de inserción y consecuentemente, movilidad dental.

 

Buenos días!! Vamos con el lunes,

 

La bacteria ‘Streptococcus mutans’ es un microorganismo que vive en nuestra cavidad oral y que, una vez concluimos nuestras comidas, libera ácidos que erosionan el esmalte dental. Tal es así que ‘S. mutans’ es una de las principales responsables de la aparición de las caries dentales. Además, la presencia de esta bacteria es muy difícil, cuando no imposible, de evitar, dado que ya es transmitida por nuestras propias madres en los primeros meses o años de nuestra vida. Sin embargo, no todas las cepas de ‘S. mutans’ que conviven en nuestra placa dental proceden de nuestras progenitoras. Entonces, ¿de dónde vienen? Pues según muestra un nuevo estudio dirigido por investigadores del Departamento de Biología de la Universidad de Alabama en Birmingham (EE.UU.), son adquiridas por el mero contacto que mantienen los niños entre sí, caso del que tiene lugar entre los compañeros de clase.

Como explica Stephanie Momeni, directora de esta investigación presentada en el marco de la Reunión ‘MICROBE 2016’ de la Sociedad Americana de Microbiología (ASM) celebrada recientemente en Boston (EE.UU.), «los estudios publicados nos dicen que por lo general cogemos estas bacterias de nuestras madres. Esto es porque cuando somos muy pequeños solemos interactuar en gran medida con nuestras progenitoras. Sin embargo, nuestros resultados muestran que los niños que interactúan con otros niños en las guarderías y colegios, tal y como ocurre muy frecuentemente, contraen esta bacteria los unos de los otros».

 

Os dejamos el link de la noticia completa:

http://www.abc.es/salud/sepa/abci-companeros-colegio-fuente-caries-dentales-ninos-201607282316_noticia.html

Podríamos definir el piercing como la perforación de la piel con el propósito de colocar joyas o aditamentos en lugares poco comunes, como puede ser el territorio oral.

El piercing es una práctica que data de la antigüedad, sin embargo ha ido ganando popularidad a lo largo de los años especialmente en la población adolescente y en jóvenes

Su significado responde normalmente a demandas estéticas y en ocasiones supone el simple deseo de mejorar la imagen. Los piercing orales y faciales son tan comunes como otros y por lo tanto, los odontólogos deben estar en posición de advertir a los pacientes de los posibles riesgos y complicaciones de esta práctica.

 

Complicaciones.

Existe un número elevado de complicaciones a la hora de realizar la perforación para colocar un piercing oral y todas ellas deberían ser convenientemente explicadas por la persona que lo realiza. Pero no solo pueden presentarse durante la colocación, pueden aparecer también poco después o incluso a largo plazo.

Las complicaciones más frecuentes derivadas de la perforación son;

  • Dolor y la inflamación: los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, incrementándose el proceso durante los 3-4 días siguientes. Los ganglios submentonianos y submandibulares también pueden agrandarse por el proceso inflamatorio. Estos efectos pueden prolongarse algunas semanas.
  • Las infecciones: Este es otro riesgo importante a la hora de colocar un piercing . Entre un 10% y un 20% de todos los piercings se infectan localmente. Dado que en la boca existen bacterias, la perforación presenta un elevado riesgo de infección. Además, si el arete es manipulado aumenta este riesgo.Tras una colocación reciente, se deberá solicitar atención sanitaria si aparecen síntomas de bacteriemia como fiebre, escalofríos, temblores y un enrojecimiento circundante a la perforación. Podrían transmitirse virus como el HIV, el de la hepatitis B, C y delta, el del herpes simple o el virus de Epstein-Barr. Asimismo, podrían producirse infecciones por cándidas o bacterias como tétanos, las pseudomonas, los estafilococos aureus, los estreptococos, etc. La infección podría deberse a una mala higiene, al uso de instrumentos no estériles o a un mal aislamiento del campo local.
  •  Las hemorragias :también son una complicación posible durante la perforación, especialmente en un órgano tan vascularizado como la lengua, que contiene la arteria y la vena lingual con sus diferentes ramificaciones. La lengua es un órgano inervado por diferentes pares craneales como el nervio trigémino, el facial, el hipogloso y el glosofaríngeo. De esta manera, existe el riesgo de lesionar algún nervio durante la colocación de piercing, pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora según cual se afecte.
  • Alergia y dermatitis: Una aleación del metal usado puede ocasionar susceptibilidad en la persona, produciendo alergia y dermatitis.
  •  Los traumatismos: son las lesiones más frecuentes descritas por el uso de los piercings intraorales.El contacto , así como el hábito de empujar y jugar con el piercing puede astillar o fracturar los dientes. También se pueden dañar las restauraciones si este golpea.
  • Recesión gingival: El trauma provocado por el contacto del piercing con el periodonto puede causar una leve, moderada o severa recesión gingival junto a lesiones en los tejidos vecinos.
  •  Halitosis y acúmulos de placa: La perforación lingual con un barbell puede provocar acúmulos de placa y cálculo supra y subgingival en dientes anteroinferiores, debido a que la esfera inferior del piercing contacta continuamente con los dientes. Este acúmulo también puedo provocar halitosis
  • Otras complicaciones: menos frecuentes son, por ejemplo, la malposición dentaria, que se explica por un desequilibrio de las fuerzas musculares de la lengua frente al orbicular de los labios y el anillo del buccinador.

Con una esperanza de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que sufrir las consecuencias de la menopausia durante el 40% de su vida. De hecho, el aumento en dicha esperanza de vida provoca, a su vez, un aumento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa.

El descenso en la producción de hormonas que comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad, además de los ya conocidos síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza y la irritabilidad, provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales.

Así, la bajada de los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de éstos en el cuerpo, lo cual afecta directamente en las encías; del mismo modo que la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes.

A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, las mujeres de hoy en día pueden disponer de una dentadura sana hasta la ancianidad. Sin embargo, para ello, será necesario un cuidado especial de la higiene y visitar con regularidad al dentista ya que durante la menopausia se pueden padecer algunos de los siguientes problemas:

DOLENCIAS BUCODENTALES ASOCIADAS A LA MENOPAUSIA

  • Xerostomía o sequedad bucal: Durante la menopausia las glándulas salivales producen menos saliva por lo que se presenta sequedad bucal. La secreción salival es importante debido a su función de mantener los tejidos húmedos y a que favorece que la boca esté más limpia, regulando la cantidad de bacterias presentes en la boca. Su ausencia puede producir dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar.
  • Gingivitis descamativa: Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. También presenta el tejido gingival enrojecido y dolorido con probabilidad de sangrado. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías.
  • Adelgazamiento de la mucosa bucal: Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y su función protectora se debilita.
  • Caries radiculares: Como consecuencia de la gingivitis descamativa, al quedar la raíz del diente expuesta a agentes externos, y agravado por la sequedad bucal, existe una mayor probabilidad de desarrollar caries de origen radicular. De no ser tratadas, podrían llegar a provocar la pérdida de piezas dentales.
  • Síndrome del ardor bucal: Se trata de uno de los problemas posmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por presentar un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor que afecta principalmente a la lengua, y en ocasiones, a las encías y labios.
  • Deterioro dental: El envejecimiento va unido a una pérdida de brillo y opacidad en los dientes, que además hace que se vuelvan más amarillos. Pueden, también, presentar desgaste y apiñamiento, lo que contribuye a que la boca aparezca deteriorada, en general.
  • Enfermedades periodontales y pérdida de hueso: Existen numerosos estudios que demuestran que existe una relación directa entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca, poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes con motivo de la merma de hueso maxilar. Es por ello, que será importante llevar un control por parte de un especialista para evitar, en la mayor medida posible, la pérdida de piezas dentales.

ALGUNAS RECOMENDACIONES Y LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN

Si bien puede que la prevención no evite por completo la aparición de algunos de los problemas mencionados, es seguro que en gran medida mejorarán. Es por ello, que será vital realizar una buena higiene diaria para mantener bajos los niveles de placa bacteriana, para lo que se aconseja el uso del hilo dental y los enjuagues bucales además del clásico cepillado 3 veces al día. Y además:

  • Realizar al menos una visita semestral con tu odontólogo para que el realice las revisiones pertinentes para controlar los posibles cambios que surgen en esta etapa de la vida. Además, una profilaxis o limpieza dental profesional ayudará a mantener las bacterias a raya.
  • Evitar el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de ardor bucal.
  • Consumir alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, E y Cque fortalecerán tanto los huesos como la piel y las mucosas.
  • Beber mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurrir al uso de sprays hidratantes o colutorios.
  • Escoger una pasta de dientes con índices de abrasividad bajos para que no dañe tus encías y recurre a filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte de tus dientes.

 

Cada uno de nosotros los tiene, pero casi nadie piensa en ellos: “los dientes”.
Los cepillamos por la mañana y por la noche (en el mejor de los casos). Una vez al año (con suerte) vamos al dentista a revisarlos. Mientras tanto, bombardeamos nuestro esmalte con ácido de fruta y azúcar, y los dientes lo soportan con valentía…

Aquí vienen… Las 10 cosas que debes saber sobre tus dientes…

 

  1. Nuestros 32 dientes son un pequeño milagro

La dentadura no sólo nos sirve para la masticación, también la necesitamos para la pronunciación y la articulación. Además, una dentadura intacta es un signo de belleza y salud.

 

  1. Castañetear tiene una función protectora en nuestro cuerpo

Cuando el miedo surge en nosotros, se pone en alerta nuestro sistema nervioso. Los músculos se contraen con tanta fuerza que comienzan a temblar. El mismo mecanismo comienza cuando tenemos frío. Cuando tenemos frío, el cuerpo empieza a tensar fuertemente los músculos para calentarse. En nuestra boca se activan los músculos de la masticación haciendo chocar la mandíbula contra el maxilar superior. Esto hace que nuestros dientes superiores e inferiores choquen y generen ese ruido que se suele llamar “castañeteo”.

 

  1. En el siglo XVIII, la higiene dental era considerada como impropia de los hombres

En realidad, no fue hasta el siglo XIX cuando la atención dental empezó a verse como algo natural dentro de la sociedad. Pero hasta entonces, las enfermedades dentales y el dolor dental no fueron considerados como el resultado de una mala higiene dental, sino tomadas como un castigo enviado por Dios.

 

  1. El esmalte dental es más duro y dura más que el hueso

No es raro que los arqueólogos encuentren fragmentos de dientes de personas cuyos esqueletos ya han desaparecido hace muchos años.

 

  1. La momia “Ötzi” ya sufrió hace 5000 años las enfermedades dentales

La momia del hombre de Similaun (también conocido como ötzi), vivió en los Alpes del Tirol del Sur (norte de Italia). Las investigaciones demostraron que no sólo tenía mala dentadura, sino que los nervios de sus dientes delanteros (los incisivos o paletas) estaban probablemente muertos por culpa de un accidente.

 

  1. Los dientes pueden ser la causa del dolor de espalda

Incluso la pérdida de un solo diente o la pérdida de alineación de los dientes puede tener consecuencias para toda la estructura del cuerpo y el organismo humano.
Motivo: la mandíbula está conectada con los músculos y los nervios que se encuentran en nuestra columna vertebral. Los posibles síntomas son dolores de: cabeza, dientes, cuello, oído incluso mareos,  o el bloqueo de la columna cervical. Los médicos hablan en estos casos de disfunción cráneo-mandibular (DCM).

 

  1. El uso del hilo dental es tan vital como el cepillado:

Nos elimina los residuos alimenticios donde el cepillo no llega y nos previene caries proximales y enfermedad de las encías, también nos ayuda a prevenir enfermedades cardíacas ya que se encuentra una relación íntima entre la enfermedad de las encías y las enfermedades cardíacas que padecen la población.

 

  1. Personas que se niegan a cepillar los dientes corren el riesgo de sufrir ataques al corazón

La falta de cuidado dental no sólo causa mal aliento y dientes en mal estado, sino también la aterosclerosis y los ataques cardíacos. Las zonas alrededor de las encías inflamadas pueden permitir la entrada de gérmenes en nuestro torrente sanguíneo. Además, es posible que la acumulación de bacterias en la superficie del diente afecte negativamente a la producción de azúcar de nuestro cuerpo.

 

  1. Las sonrisas de Hollywood son sólo fachada

Muchas de las  sonrisas blancas de las estrellas de Hollywood se deben a las «carillas dentales» . Se trata de carillas de cerámica fijadas en la superficie del diente, ocultando de esta forma la parte delantera.

 

  1. El cepillado dental excesivo puede dañar nuestros dientes y encías

Un buen cepillado debe durar no más de dos minutos con movimientos circulares y no agresivos cepillando tanto los  dientes como las encías con movimientos rotativos, el cepillado excesivo y brusco solo desgastaría la superficie dental.

Los golpes en los dientes de leche son muy frecuentes por caídas accidentales cuando los niños empiezan a caminar, mientras juegan, o por pérdida del equilibrio.

Es importante tener en mente que hay una estrecha relación entre las raíces de los dientes de leche que han recibido el golpe  y los dientes definitivos que se están formando debajo.Por este motivo el modo de actuar y el tratamiento de los golpes en los dientes de leche es muy distinto al de los dientes definitivos.

En general los dientes afectados son los incisivos superiores. Los incisivos de leche (0-6 años) se cambian alrededor de los 7 años. Entre los 6 y los 8 años es importante fijarse muy bien si se trata de un incisivo de leche o definitivo, porque las lesiones dentales que pueden ocurrir son muy parecidas en ambas denticiones, pero se tratarán de modo distinto.

 

¿Qué lesiones pueden producirse?

Pueden producirse hasta 14 tipos de lesiones dentales distintas.
Estas son algunas que requieren atención inmediata.

  • Rotura del diente (Fractura dental): puede ser casi imperceptible a un trozo grande.
  • Desplazamiento del diente (Luxación): el diente puede desplazarse lateralmente, hacia fuera (Extrusión) o hacia dentro (Intrusión).
  • Caída del diente por un golpe (Avulsión)
  • Fracturas óseas: En accidentes graves puede afectarse el hueso que sujeta los dientes.

 

¿Qué hacer?

  • Mantener la calma y concentrase en el bienestar del niño.
  • Lavar la herida cuidadosamente con agua.
  • Observar qué daños se han producido
  • Si hay heridas en los labios o la lengua haz compresión con una gasa para detener el sangrado.
  • Acudir a su dentista o a un servicio que disponga de urgencias odontológicas.

Primeros auxilios para el paciente con avulsión dentaria.

    1. Asegurarse de que el diente avulsionado es un diente permanente ya que los dientes temporales no deben ser reimplantados.
    2. Mantener al paciente en calma.
    3. Buscar el diente y cogerlo por la parte de la corona, evitar tocar la raíz.
    4. Si el diente está sucio dejar correr el agua del grifo durante 10 segundos, procurando no tocar la raíz. Sería ideal intentar reimplantar el diente y reposicionarlo en el alveolo. Hacer morder en un pañuelo para mantenerlo en posición.
    5. Si eso no fuera posible, poner el diente en un medio de conservación adecuado (vaso de leche, suero o soluciones adecuadas al efecto). El diente puede ser transportado, también, en la boca guardándolo entre los molares o en el interior de la mejilla. Evítese guardarlo en agua.
    6. Acudir de inmediato a un centro donde puedan recibir tratamiento dental de urgencia.

¿Es necesario ir al dentista?

  • Si falta un trozo de diente.
  • Si los dientes han desplazado o se mueven.
  • Si el niño no muerde igual que antes.
  • Si un diente ha saltado de la boca.

(Si no hemos encontrado el diente, el dentista comprobará que el diente no se haya desplazado completamente hacia dentro.)

Durante la visita el odontólogo explorará para ver que ha sucedido y hará pequeñas radiografías intraorales.

 

Complicaciones

Debemos vigilar la aparición de:

  • Inflamación en la encía
  • Aumento prematuro de la movilidad del diente
  • Aparición de un granito de pus
  • Cambios de color en el diente (amarillo, marrón, gris o rosa). En ocasiones los golpes en los dientes de los bebés pasan desapercibidos hasta que los padres detectan un cambio de color.

Si esto sucede es importante que lleves a tu hijo  al dentista, valorará el tratamiento más adecuado para prevenir defectos de formación en los dientes definitivos que aún están en desarrollo.

Estos defectos pueden consistir en:

  • Pequeñas manchas blancas o marrones.
  • Formación incompleta del esmalte o de la raíz.
  • Retrasar o impedir la salida del diente definitivo.

Son más frecuentes después de golpes importantes con desplazamiento hacia dentro (intrusión), diente que sale por completo (avulsión) o fracturas del hueso que sujeta los dientes.

Son necesarios los controles periódicos, controlándose hasta que salga el diente permanente con la frecuencia que indique el profesional.

 

Tratamiento:

Factores a tener en cuenta:

  1. Riesgo de daños en el diente permanente a causa del golpe o del mismo tratamiento.
  2. Cooperación del niño.
  3. Tiempo que falta para el recambio.
  4. Interferencias para morder.

La prioridad principal es prevenir daños en el diente definitivo que hay debajo.

El tratamiento puede consistir en conservar o extraer el diente si hay riesgo de dañar el diente definitivo.

En fracturas pequeñas se pule o repone la parte que falta, mientras que en fracturas grandes se trata el nervio, si es posible.

En desplazamientos leves se puede reposicionar el diente con mucho cuidado o dejar que lo haga por si mismo, depende del caso.
En desplazamientos graves  o dientes de leche que han salido por completo de la boca se preferirá la extracción del diente de leche.