Un año más llega la vuelta al cole y con ella el ritmo de vida diario: clases, horarios y actividades de todo tipo. La vuelta a la rutina es el momento para retomar los hábitos que hemos abandonado durante las vacaciones. Pero, ¿Cómo conseguir que los más pequeños mantengan una buena rutina de higiene oral diaria?

Cuidar los dientes de los niños es fundamental para un buen desarrollo bucodental. Más allá de que los dientes definitivos erupcionen bien alineados, la primera dentición es clave para el proceso del habla, la articulación, la masticación… En muchos casos descuidamos la salud de los dientes de leche porque caerán con el tiempo, pero en realidad tienen un papel fundamental para tener una sonrisa sana en el futuro.

De hecho según datos de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), uno de cada cinco niños de dos a cuatro años de edad tiene caries dental sin tratar. En este sentido, una buena prevención diaria en casa es fundamental para evitar el desarrollo de caries. Pero conseguir una constancia diaria parece difícil en los más pequeños… ¿Cómo aprovechar la vuelta al cole y ayudarles para que cuiden su sonrisa a diario?

 

Claves para cuidar la sonrisa de los más pequeños

Existen varias pautas para conseguir una sonrisa sana en niños día a día

  • Una misma rutina. Muchos expertos recomiendan adoptar una misma rutina diaria y, a ser posible, en la misma franja horaria. Una buena rutina para empezar con los más pequeños es el cepillado dental diario por la mañana y por la noche. De este modo el niño irá adoptando y asociando este hábito como parte de su rutina diaria, en este caso, antes de ir a dormir.
  • Rutina en familia. Un truco muy recurrente para que los niños adopten los hábitos de higiene bucal es practicarlos en familia. Es decir, cepillarnos los dientes por la noche en el mismo momento que ellos. Por un lado esto servirá de motivación para el pequeño. Por otro, nos servirá para supervisar que mantiene una correcta técnica de cepillado dental. Una técnica óptima es esencial para eliminar los restos de placa bacteriana y mantener una boca sana.
  • Incorporar el flúor. Es muy importante el uso de flúor, ya sea en la pasta dental o bien en un colutorio para niños. El flúor remineraliza el esmalte y lo protege de la erosión que provoca la caries dental.
  • Visitar al odontopediatra. A partir del desarrollo de los primeros dientes ya podemos llevar al pequeño al odontopediatra, que tiene un papel fundamental en la prevención oral durante la infancia. Además, llevar al niño al odontopediatra desde edades tempranas ayudará a evitar el desarrollo de miedo al dentista o ansiedad dental. La vuelta al cole es un buen momento para revisar su salud bucal después de las vacaciones.

Tanto odontólogos como pacientes deben colaborar conjuntamente para aportar positividad a la visita al dentista

Según estudios internacionales, una de cada cuatro personas tiene miedo a ir al dentista. Y este temor se puede convertir en un problema grave si no acudimos al profesional sanitario para prevenir patologías más agudas.

Paciente y dentista pueden hacer mucho si trabajan en equipo, de forma que la primera consulta (y todas las demás), puede ser algo perfectamente normal.

 

– El paciente:

  1. Familiarizarse con la consulta. Preguntar por la experiencia a familiares y amigos. Seguro que ellos desdramatizan el asunto. Escuchar sus vivencias tranquiliza y hace que la primera visita al dentista se tome con normalidad.
  2. Buscar recomendaciones. Preguntando a familiares y amigos puedes dar con el profesional que pueda entenderte, que te recomienden a uno. O busca a un dentista que te genere confianza.
  3. Antes de pedir una cita, haz una visita a la clínica. Habla con el recepcionista, pídele unos minutos con el dentista y observa el ambiente que hay en la consulta. Coméntales tu fobia y pídeles consejo.
  4. Para la cita inaugural, pide que sea a primera hora de la mañana. Cuanto menos tiempo tengas para pensar durante el día, mejor. Si eres el primero no tienes que esperar. Sé puntual, pero no llegues antes. Que el tiempo en la sala de espera sea el mínimo posible.
  5. Solicita una primera cita «suave». No puedes solventar en un día todo lo que has tenido mal desde hace demasiado tiempo atrás.
  6. Hazle saber al dentista tu situación y si tu fobia es muy concreta con el aparataje que utiliza el profesional, coméntaselo.
  7. Algunas personas reducen su fobia al hecho de que alguien introduzca en su boca objetos extraños. Practica en casa. Usa una cuchara. Métela en tu boca cada día más tiempo. Hazlo poco a poco e informa al dentista de lo que te pasa. Acuerda con él una señal concreta para que si la haces detenga su labor.
  8. Pide entrar acompañado de un familiar o un amigo. Tengas la edad que tengas.
  9. Escucha tu propia música, llévate los cascos y relájate. Transpórtate a otro lugar mentalmente mientras el dentista trabaja.
  10. En casos muy graves de fobia al dentista, pregunta al profesional por la sedación consciente. Es una opción para casos extremos.

 

– El odontólogo:

  1. Debes ser familiar con el paciente. Utilizar palabras cercanas, amables, próximas e inteligibles en cada uno de los tratamientos. Para ello se puede pensar que estamos hablando a un familiar sobre un tema que desconoce totalmente.
  2. El dentista debe trabajar como los comandantes de avión, generando confianza en el paciente. Explicar cada parte del proceso, con un lenguaje sencillo, claro y sincero.
  3. Recuerda siempre el problema del paciente. En todo momento debes mostrarte comprensivo con su temor y es importante repetirle que nada tiene que temer.
  4. Sé puntual. Cítalo el primero del día y ten previsto que debes atenderlo pacientemente, sin prisas. Si lo haces esperar lo pondrás más nervioso.
  5. Durante la primera consulta es esencial chequear con calma y sin ser demasiado invasivo al paciente. Dale su tiempo para que no se sienta peor. Una primera limpiezapuede servir para adentrarlo poco a poco en el ambiente de la clínica.
  6. Hablar con el paciente es fundamental para darle confianza. Explícale que los avances tecnológicos han mejorado muchísimo la atención y que buena parte de los tratamientos ya no tienen por qué causar dolor.
  7. Ve contando al paciente cada uno de tus pasos. Dile qué objeto vas a introducir en su boca y mantente siempre atento al gesto concreto o señal acordada para detener el trabajo. Dale un respiro cuando lo necesite e incluso en algún momento concreto aunque no parezca que lo precise.
  8. Da la posibilidad de que el paciente entre acompañado al gabinete y permite que el compañero le hable o coja de la mano.
  9. Deja que use su equipo musical, pero ten preparado el tuyo por si no se lo ha traído. La música relajante en la consulta puede servir para tranquilizar a los pacientes con fobia, diles que se concentren en las canciones, que piensen que se encuentran en otro lugar.
  10. La sedación debe ser un recurso sólo para casos muy graves. Informa detenidamente al paciente de la posibilidad de ser sedado.

Es verano, y sabemos que está lleno de buenos momentos, pero el sol también se divierte y hace de las suyas. Esto no siempre es bueno, pues sabemos que no es el mejor amigo de nuestra piel y muchas veces reactiva aquellos problemas que muchos padecemos, estamos hablando del herpes labial conocido comúnmente como “calenturas”, son molestas y suelen reactivarse con el sol en aquellos que lo padecen.

 

¿Qué es el herpes labial?

El herpes labial consiste en una infección de los labios, de la boca o de las encías producida por el virus del herpes simple. Se caracteriza por provocar pequeñas ampollas que son dolorosas. El herpes labial es una enfermedad contagiosa causada principalmente por el virus del herpes simple. Se caracteriza por la aparición de ampollas dolorosas que contienen fluidos alrededor de la boca, en la nariz o incluso en el área de la barbilla.

Existen posibilidades de que esta infección pueda afectar a las encías, la faringe, la lengua, el paladar, la parte interna de las mejillas e incluso en algunas ocasiones, al cuello y el rostro.

Este virus suele contraerse durante la infancia y se mantiene latente en el organismo hasta que aparece uno de los factores desencadenantes del herpes labial.

Aproximadamente se estima que un 85%  de la población padece este virus. Se estima que tanto hombres como mujeres pueden tener entre 2 y 3 brotes de herpes labial al año, aunque son muchas las personas que no presentan brotes continuamente.

Generalmente cuando una persona tiene un herpes labial activo, el virus causante del herpes labial suele propagarse con mucha facilidad y cualquier persona puede contraerlo en los siguientes casos:

  • Tras contacto íntimo o personal con una persona infectada.
  • Tocando una lesión de herpes abierta o si ha estado en contacto con el virus como una servilleta, una toalla, cubiertos, maquinillas de afeitar…

Cuando las calenturas (herpes labial) ya son visibles es cuando hay mayor riesgo de contagio ya que en este punto, el virus ha aumentado mil veces aproximadamente.

 

¿Porqué se reactiva en verano?

Es muy común que el herpes labial aparezca con mayor frecuencia en el verano, al exponernos a los rayos ultravioletas del sol. El dolor y la quemazón en el labio van seguidos, después de unas 6 a 24 horas, por vesículas que se transforman en úlceras y costras, que se curan en 7 u 8 días.

 

Recomendaciones

En el caso del herpes labial, es recomendable el uso de pantallas solares con filtros solares para evitar los efectos de los rayos ultravioletas sobre las reactivaciones durante los meses de verano. Igualmente se recomienda para exposiciones solares intensas, como por ejemplo, en la nieve durante la temporada de esquí.

La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica crónica inflamatoria, que se caracteriza por una reacción autoinmune que afecta de forma primaria a las articulaciones, y si permanece sin tratamiento puede comprometer la función de estas. Es más frecuente en las articulaciones de las manos y los pies.

La artritis reumatoide puede tener manifestaciones en la salud bucal: afectar a la articulación temporomandibular e incrementar el riesgo de xerostomía, síndrome de Sjögren o enfermedad periodontal. También es importante tener en cuenta que la pérdida de función en las articulaciones de las manos dificultad la higiene bucal. Lo que, sumado a una menor producción de saliva facilita la aparición de infecciones como la enfermedad periodontal o la caries.

En muchos estudios se ha visto que estos pacientes pueden tener una mayor prevalencia de enfermedad periodontal y viceversa y que la gravedad de la enfermedad periodontal aumenta en pacientes con artritis reumatoide.

 

Para prevenir la aparición de estas infecciones orales es imprescindible extremar la higiene bucal:

  • Cepillo eléctrico sónico: Los cepillos eléctricos sónicos están especialmente recomendados para personas que sufren limitaciones en la destreza manual a causa de dolencias como la artrosis o la artritis. El cepillo eléctrico es más fácil de manejar para estos pacientes.

 

  • Pasta y colutorio dental: Escoge productos con flúor y antisépticos de uso diario.

 

  • Limpieza interproximal: La mayoría de casos de caries y enfermedad de las encías se producen por la acumulación de placa bacteriana en los espacios entre dientes. Para combatirla, utiliza una seda dental de gran arrastre y fibras suaves que sean respetuosas con los tejidos, además, refuerza el esmalte en los lugares de difícil acceso y garantiza una sensación de higiene a lo largo de todo el día gracias a la menta.

 

  • Estimulación salival: Es necesario también beber mucha agua para humedecer la cavidad oral con frecuencia. También puede estimularse con productos como comprimidos, específicamente formulados para favorecer la secreción salival, hidratar y humectar la cavidad bucal.

Siempre te dicen, vete al dentista, cepíllate los dientes, cuidate esa boca… .Y te sientes atosigado pero, ellos tienen razón ya que si lo hacemos evitamos la enfermedades dentales. Y es que tener una higiene bucal optima no supone tanto y visitar al dentista tampoco, ya que si lo haces puedes prevenir cualquier problema. Sin embargo, muchos no lo hacen, provocando no solo una boca insalubre sino un mayor coste económico, dado los posteriores tratamientos dentales.
En vista de la cantidad de personas que no se cuidan su boca, queremos explicar las enfermedades dentales más comunes.

 

Caries

Una caries es una grieta que surge en tu diente a causa de una mala higiene dental. Y es que una mala higiene dental genera la aparición de una placa dental provocando, a su debida vez, ácidos que ocasionan dicha grieta en el diente. Esa grieta es en el exterior del diente, por lo que no dudes en ir a tu dentista a tiempo, ¡la caries puede empeorar y afectar al nervio! , teniendo entonces que extirpar el diente.

 

Gingivitis

Gingivitis es una enfermedad periodontal leve que se manifiesta por la infección de encías debido al mal cuidado de los dientes. El hecho de no cepillarte los dientes diariamente favorece la placa dental y esta genera gérmenes y bacterias que provocan el hinchazón y rojez de los dientes. Si no te cepillas los dientes todos los días la situación puede empeorar y provocar una periodontitis.

 

Periodontitis

Podemos definirlo como la continuidad a la gingivitis. Los síntomas son similares, rojez, sangrado e hinchazón. Lo que ocurre en este caso es que si dejas incrementar la placa dental y sarro en tu boca puedes ocasionar la pérdida de hueso alrededor del diente provocando la pérdida de este.

 

Halitosis

Una mala higiene bucal o el tabaquismo son las causas frecuentes del mal aliento en las personas.

 

Herpes y aftas

Los herpes labial son un virus frecuentes aparecen como ampollas llenas de líquidos alrededor de la boca. Suele ser de por vida, aunque no siempre se manifieste, y se contagia por contacto directo. Su curación suele durar 6 a 10 días de cicatrización una vez que se rompa la ampolla.
Las aftas son similares a los herpes, bolsas circulares y blancas pero siendo estas no contagiosas y que se encuentran en el interior de la boca.

 

Maloclusión

Cuando hablamos de maloclusión hablamos de la mala colocación de los dientes, es decir, que no están correctamente alineados. Casi el 90% de la población tiene este problema, pero tiene solución, la ortodoncia. Es aconsejable visitar el dentista y que te asesore sobre tus dientes.

 

Hipomineralización de los incisivos y molares

Es una enfermedad frecuente que afecta al esmalte dental, siendo los incisivos y molares más sensibles de lo normal. Esto se debe a la alteración de los incisivos y molares en su etapa de crecimiento y/ o maduración, por lo que hay que tener bastante cuidado en este periodo de cambios de los dientes.

 

Cáncer bucal

El cáncer bucal se genera por la inadecuada limpieza de la boca, donde existen muchas bacterias y gérmenes. Es una enfermedad que afecta principalmente a labios, lengua, flujo salival, encías o paladar y que se detecta por la larga duración de una úlcera o inflamación.
La mayor parte de personas que padecen cáncer bucal son fumadores o toman demasiado alcohol.

 

Quistes

Un quiste dental, conocido profesionalmente como quiste odontogénicos, es una cavidad poco normal de carácter benigno y en el que su interior puede haber pus. Normalmente no suele haber ningún problema, es decir, una vez que acudas a tu dentista el te citará para extirpar el quiste dental. Pero algunos casos excepcionales, el quiste dental podría originar daño en la encía dando lugar a la pérdida del diente, todo dependerá de la zona donde esté, a qué dientes afecta y cómo está tu salud dental.
El quiste puede aparecer por alguna infección del diente y/o hueso donde se haya hecho algún implante dental.

 

Pulpitis

La pulpitis es un proceso inflamatorio causado por caries, algún tipo de inflamación o alguna reacción de los elementos utilizados para los tratamientos dentales, que afecta al tejido que cubre el diente y donde se encuentra los nervios y vasos sanguíneos, es decir la pulpa del diente.

 

Así que ya sabes, ¡ a cuidar de tu boca ! , ¡ realiza tu higiene bucal diaria y visita al dentista !

La afección conocida como mal aliento o halitosis en términos más formales- se origina de manera natural y como consecuencia de una higiene deficiente, la acumulación excesiva de bacterias en la cavidad bucal y el consumo de especias. No obstante, un mal aliento persistente podría encarar la presencia de enfermedades digestivas o respiratorias.

Aunque sufrir de este mal se ha convertido para la mayoría en motivo de intranquilidad, vergüenza y zozobra, las estadísticas señalan que el mal aliento es un problema frecuente que afecta a 1 de cada 3 personas, por lo que un tercio de la población sería vulnerable a padecer de halitosis en alguna ocasión.

 

¿Cómo quitar el mal aliento?

Si bien el mal aliento -definido por expertos como una “enfermedad social”– no es un agente directamente perjudicial para la salud, tiene repercusión en la forma en que el individuo afronta encuentros cercanos con otras personas. Si tienes mal aliento o sospechas que puedes tener mal aliento, considera los siguientes consejos para quebrantar esta dificultad:

  1. Vigila tu higiene:Refuerza tu salud bucal con una rutina especial de higiene que incluya un correcto cepillado de dientes, el uso de hilo dental y enjuague bucal, de este modo estarás eliminando el 90%de las bacterias causantes del mal aliento.
  2. Cuida tu alimentación:Cuida que tus alimentos no contengan sabores aromáticos fuertes y abstente cuanto puedas de ingerir picantes y grasas saturadas para evitar el mal aliento.
  3. Limpia el dorso de tu lengua:Antes de descubrir más remedios para quitar el mal aliento debes saber que la boca es la puerta de entrada de los alimentos que, al descomponerse, facilitan la proliferación de bacterias que se adhieren a la superficie de la lengua. Limpia tu lengua usando un cepillo de dientes común o un limpiador de lenguas con raspador
  4. Mastica menta fresca:Pocos remedios para quitar el mal aliento son tan naturales como la menta y el perejil. Mastica porciones moderadas si percibes mal olor y se esfumará en minutos.
  5. Usa un antiséptico bucal:Si el problema persiste, tu médico podrá indicar el uso de antisépticosbucales de acción bactericida como la clorhexidina para disminuir el número de bacterias y a su vez el mal aliento.
  6. Bebe suficiente agua:Toma dos litros de agua al día para evitar la sequedad en la boca e hidratarlas mucosas.
  7. Visita a tu odontólogo:Programa una cita con tu odontólogo cada seis meses. Él sabrá cómo quitar el mal aliento si es de origen dental y será tu aliado en el control de caries y otras enfermedades responsables del mal aliento.
  8. Toma una cita con el otorrinolaringólogo:Si el mal aliento se rehúsa a desaparecer se recomienda la ayuda de un profesional que descarte cualquier enfermedad del aparato respiratorio (rinitis, sinusitis, faringitis…) que pudiera estar originado el mal aliento.
  9. Acude a un gastroenterólogo:Asegúrate de visitar a un especialista en estómago y esófago para que puedas ser recetado con tratamientos adecuados si alojas la bacteria helicobacter pylori o padeces de reflujo gastroesofágico.

Muchas recomendaciones han surgido entorno a los remedios para quitar el mal aliento, sin embargo, vale la pena computar la duración de los síntomas para formar una idea clara de cómo quitar el mal aliento definitivamente para entablar mejores nexos sociales y potenciar nuestra salud.

NOS VAMOS DE VACACIONES….

DEL DÍA 13 AL 17 DE AGOSTO  (ambos inclusive) 

¡EL DÍA 20 ESTAMOS DE VUELTA!

DISCULPEN LAS MOLESTIAS

La pregunta que muchos pacientes fumadores se hacen es: dado que fumo, ¿puede eso afectar a posibles implantes que haga en el futuro?

Vayamos por partes, la persona que es fumadora  suele tener en muchos casos aterosclerosis, es decir, un endurecimiento del revestimiento de las arteria con lo que se determina que tienen una circulación sanguínea más lenta.
Además, está comprobado que fumar provoca una hiperviscosidad de la sangre, provocando también una mayor lentitud del riego sanguíneo.

Estas dos causas suponen un grave problema,de modo que para que un implante dental se efectúe con éxito, es necesario que la osteointegración (que es la cicatrización ósea alrededor del implante) sea perfecta. Para ello, tiene que haber una irrigación perfecta en esa zona.

 

¿Cómo sé si mi sangre es viscosa?

La viscosidad de la sangre se mide con un análisis de sangre (en particular de los hematocritos).
En el caso de que el paciente fumador tenga una viscosidad por encima del valor normal (suele ser del 45-50%), y si además el diámetro de las venas es menor, el tratamiento para el implante estará contraindicado.
Sin embargo, si los hematocritos se sitúan en valores medios, no habrá problemas.

 

¿Qué probabilidad tiene un fumador de que su implante fracase?

Un estudio llevado a cabo por Bain & Moy estima que el fracaso medio de los implantes se sitúa en 11.3%, lo que supone una diferencia considerable comparado con una persona no fumadora, que tiene una tasa de fracaso del 4%.
Si bien estos estudios no son concluyentes, se considera que el simple hecho de fumar aumenta un 2,25 más las probabilidades de que el implante se rechace.

 

Me he puesto implantes, ¿Puedo fumar?

Los dentistas aconsejan que tras un implante no deben fumar ¿ pero por qué?, además de saber ya lasresultados dañinos producidos por el tabaco existen otros que explicamos a continuación:

  • Al hacer un implante se realiza una microcirugía, fumarimpide la correcta cicatrización.
  • Al fumar, las defensas del organismo se ven mermadas, lo que conlleva que puedan haber infecciones en la zona afectada
  • La osteointegración del implantepuede verse dificultada, ya sea debido a que el hueso se debilita con el tabaco, o debido a que el tabaco afecta en gran medida a los tejidos alrededor del implante.

Lo  mejor antes de hacerse un implante dental es dejar de fumar varios meses antes, o reducir en gran medida el consumo de tabaco. Lo óptimo, claro está, es dejar de fumar por completo ya que está demostrado que el humo tiene efectos muy nocivos en la salud dental.

Verano… Son tantas las ganas de aprovecharlo que, cuando llega, nos entregamos al disfrute y nos olvidamos de los buenos hábitos adquiridos durante el año. Pero las altas temperaturas, una insuficiente hidratación, una alimentación menos equilibrada, los cambios en el tipo de actividades de ocio y un cierto abandono de la higiene bucodental pueden tener consecuencias en nuestras bocas, que se vuelven más vulnerables a la proliferanción bacteriana.

  • La halitosis, debida a una alimentación inadecuada, a un consumo excesivo de bebidas alcohólicas y de tabaco o a un abandono de los hábitos higiénicos.

 

  • La hipersensibilidad dental en un esmalte previamente dañado, por un mayor consumo de helados y de bebidas frías;

 

  • La caries dental, por una ingesta incrementada de alimentos y refrescos poco saludables y ricos en azúcares.

 

  • La enfermedad periodontal, por una disminución del flujo salivar y de su efecto protector debida a una peor hidratación, lo que permite que se acumule placa bacteriana y se inflamen las encías.

 

  • Los traumatismos, por la práctica de determinadas actividades propias del verano, pueden incrementarse durante el verano si no se toman las precauciones oportunas. Así mismo, el cloro de las piscinas si no está bien regulado también puede modificar el pH y favorecer la desmineralización de los dientes, que también podría verse aumentada por un mayor consumo de bebidas o comidas ácidas.

Seguir unas buenas pautas alimenticias e higiénicas y extremar las precauciones en caso de practicar actividades de riesgo serán dos buenas medidas para evitar tener que lamentarse cuando dejemos atrás el verano y tengamos que retomar nuestras obligaciones.

 

Después de quitar los aparatos no termina el tratamiento de ortodoncia. Al revés: pasamos a un momento muy importante, que consiste en llevar retenedores, seguir unos cuidados para mantener una sonrisa perfecta… ¿Qué pasos hay que seguir tras el tratamiento con ortodoncia?

Cada vez son más los pacientes que solicitan un tratamiento de ortodoncia. En la actualidad hay un tipo de aparato para cada sonrisa, desde los brackets metálicos clásicos hasta la última técnica en ortodoncia estética. Estos tratamientos permiten corregir problemas como el apiñamiento dental, una mala mordida y oclusión… Pero, ¿Por qué la ortodoncia es cada vez más importante? Hay varios factores que condicionan la necesidad de llevar aparatos, tanto estéticos como funcionales. A nivel estético, con la ortodoncia se consigue una sonrisa alineada y más bonita, además de recuperar la funcionalidad. Tener una sonrisa bonita también facilita la masticación y la higiene dental diaria, algo clave para prevenir patologías como la caries y la gingivitis. En función de cada paciente y del tratamiento escogido, el proceso de la ortodoncia suele alargarse entre 12 y 24 meses. Entonces, ¿Qué pasos hay que seguir después de la ortodoncia?

 

3 pasos a seguir después de la ortodoncia

Quitar los aparatos no es sinónimo de finalizar el tratamiento. Después de la ortodoncia conviene seguir una serie de cuidados y pasos para mantener una sonrisa perfecta durante muchos años:

  • Llevar los retenedores. Después de retirar los aparatos pasamos a la fase de retención. ¿En qué consiste? Los retenedores son aparatos parecidos a las fundas invisibles de Invisalign, hechas a la medida del paciente. En la mayoría de casos se llevan por las noches. El ortodoncista también puede recomendar la colocación de retenedores fijos. En general son alambres finos que se colocan en la parte interior de la arcada, de modo que son totalmente imperceptibles.
  • Revisiones periódicas. El seguimiento profesional es importante no sólo durante el tratamiento, también después de la ortodoncia. Una o dos visitas al año son suficientes para comprobar que la salud bucodental está en buen estado y los dientes siguen en posición correcta. También es importante para detectar posibles complicaciones como la erupción de las muelas del juicio.
  • Higiene bucodental diaria. Mantener una buena higiene bucal es esencial siempre. Pero después de la ortodoncia también es importante, así como limpiar los retenedores en caso de que sean removibles. Existen cepillos o limpiadores efervescentes específicos para limpiarlos. También es fundamental seguir una rutina de higiene bucodental diaria, con el cepillado después de cada comida y las principales técnicas en higiene interproximal.