En los últimos años, salir a correr ha ganado adeptos y cada vez son más los que se calzan unas deportivas y salen a practicar este deporte, ya sea porque es efectivo, porque no requiere grandes equipamientos, porque pueda realizarse en cualquier sitio o quizá también porque esté de moda.

Sin embargo, practicar este deporte sin estar preparado o sin tomar unas mínimas precauciones, sobre todo si se hace de manera excesiva, puede tener un impacto negativo tanto sobre la salud física como mental.

Según la última encuesta sobre hábitos deportivos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un 23% de la población española corre al menos una vez a la semana.

Empezar poco a poco, calentar los músculos antes de iniciar el ejercicio y estirarlos al terminar, fortalecer la espalda con abdominales, cuidar la postura al correr, utilizar un buen calzado para prevenir lesiones en pies y rodillas y consultar a un médico en caso de tener algún problema cardíaco son algunas de las medidas que deben tenerse en cuenta para evitar complicaciones.

Tal y como comentó hace unos meses la Dra. Elizabeth Turner, odontóloga y corredora profesional de Mineápolis, esta práctica deportiva también puede poner en peligro la salud bucodental por varios motivos:

  • Respiración bucal de muchos corredores, que seca la boca y aumenta el riesgo de colonización bacteriana y de caries
  • Deshidratación por la pérdida de líquidos, que disminuye la salivación e incrementa el riesgo de caries y de desgaste dental
  • Ingesta abusiva de azúcares a través de las bebidas isotónicas o de algunos productos energéticos usados por los deportistas
  • Consumo de barritas energéticas duras que pueden dañar coronas o empastes previos
  • Uso de los dientes para abrir ciertos envoltorios durante la práctica deportiva, que puede lesionar las estructuras bucodentales
  • Bruxismo por ansiedad anticipatoria ante una carrera

Además, hay estudios, como el del Dr. Cosme Gay Escoda del año 2011, que evidencian cómo dos grandes problemas bucodentales, el bruxismo y la enfermedad periodontal, pueden influir de manera negativa en el rendimiento deportivo.

Una vez más se pone de manifiesto la importancia de consultar con el profesional y de mantener unos hábitos bucodentales saludables tanto para garantizar una buena salud de la cavidad oral como para mejorar el rendimiento deportivo.